Dios te ama, Con Dios sales victorioso siempre aunque esa tempestad te sacuda de forma violenta. Mantén la fe, pues la fe siempre va acompañada de la acción, pues la fe mueve nuestros sentidos hacia un bien común.

Cuando David puso su fe en la Palabra de Dios, él valientemente fue al combate contra Goliat. En cambio, cuando el ejército israelita puso su fe en sus sentimientos y percepciones personales, se retiraron pasivamente a las habitaciones de sus propios miedos.

Nos enfrentamos a nuestros Goliat cuando confiamos en la Palabra de Dios y ponemos en ÉL toda nuestra esperanza.

"Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón". (Hebreos 4,12)

La Palabra de Dios da vida, transforma los corazones y nos empuja con fuerza hacia adelante y hacia nuestras victorias.

Con Dios sales victorioso porque Dios te ama.

No tengas miedo, tu Dios es poderoso, grande y lleno de amor. Él puede hacer de lo imposible algo posible. Pídele a Dios que actúe en tu vida y en tu familia. Pídele que cambie tus amarguras y dificultades en alegrías y oportunidades. Recuerda sus poderosas palabras:

"No tengas miedo ni te desanimes, porque Yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas." (Josué 1,9)

¡Sé fuerte! ¡Ánimo! Confía en Su gracia que te fortalece y te abre el corazón a grandes cosas, llenándote de sabiduría y haciéndote perder todos tus miedos.

No permitas que las dificultades te hagan creer que todo está perdido. San Pablo te lo afirma cuando te dice:

"En todo salimos vencedores por Aquel que nos amó". (Romanos 8,37)

En este momento, pide a ese Dios Padre que te llene de su paz y de su amor y te haga sentir que puedes ser feliz aún en medio de esa crisis.

Tienes que tener en cuenta de que, todo lo bueno que tienes, Dios te lo ha dado y con eso te demuestra que no te ha dejado ni un segundo, Él ha estado siempre contigo.

Dios podrá callar algunas veces, pero nunca olvida ni desampara, que no te quede ninguna duda de que Él sigue obrando en tu vida y pronto te dará la respuesta que esperas a esa situación que te perturba la mente y el corazón.

El Señor enviará su Bendición sobre ti y sobre todo lo que hagas y te hará vivir feliz si te mantienes fiel a su llamado de amor. Que Él sea tu fuerza, tu escudo y tu apoyo ¡Confía!

El Señor te bendiga y te llene de su inmenso amor. Amén.

Paz y Bien.